Cuando uno se inicia en esto del GOLF y en un momento dado, casi siempre al finalizar el curso de iniciación, se oye hablar por primera vez de unas sorprendentes NORMAS DE ETIQUETA. Claro uno se queda totalmente perplejo y asombrado, no llegando a comprender su relación con el juego, asociándolo inevitablemente y en cierta lógica con la indumentaria para poder jugar, smoking? chaqué?; bromas aparte, a veces si sería bueno intentar salir al campo adecuadamente vestido.
La observancia o inobservancia de estas simples pero no por ello menos importantes normas, no son más que un reflejo de la ACTITUD PERSONAL que uno tiene cuando juega al golf, que está directamente relacionada con la denostada ETIQUETA y cuya ausencia afecta fundamentalmente a todo lo que rodea a este juego.
No se trata solo de proceder en lo más básico que nos han enseñado, rastrillar los bunker, reponer las chuletas, arreglar los piques en el green, dar paso al partido posterior y alguna que otra más, y que en la mayoría de las veces no se cumplen, es únicamente comportarse correctamente, con educación, civismo, corrección, etc. La observancia de las citadas NORMAS DE ETIQUETA es por tanto un claro reflejo de la manera de ser de cada uno, comportándose dentro de un campo de golf tal y como se es fuera de él.
Es un problema de educación, o de su falta.