Escribo esto a raíz de lo sucedido
no hace mucho tiempo jugando al golf con mi amigo Oscar.
En un determinado hoyo del campo de
Lerma, en una posición fuera de calle, dio un golpe ciego pues no veía el green.
Hasta ahí todo normal. Pero cuando llegamos al mismo, nos enteramos que había
voleado a las jugadoras del partido anterior, estaban algo indignadas, no me
extraña, pues la bola pasó por encima de sus cabezas. Desde luego su sorpresa
fue grande, porque nunca pensó en que podía llegar y mucho menos en
sobrepasarlas. Pero lo curioso del caso es que una semana después hizo lo mismo
de nuevo, yo estaba presente también, y claro tampoco imaginó que se podía
repetir la situación.
Nunca se sabe cuánta distancia se
puede llegar a hacer con un palo cuando no queremos llegar a hacerla.
Incógnitas del golf.
¿A quién no le ha pasado esto
alguna vez? Quien no se ha disculpado avergonzado y ha dicho lo de “perdón, no
pensaba que podía llegar”, o “con este palo nunca había hecho tanta distancia”.
Típicas frases de justificación ante la bochornosa situación que se pasa cuando te echan la bronca y con razón.
Molesta bastante oír el sonido de la bola cuando cae cerca, indigna cuando rueda
cerca de los pies, pero oír el silbido por encima de las cabezas es peligroso.
Es evitable sin duda.
Desde luego que estas cosas nos ocurren
siempre por no tener la calma necesaria y hacer que las ganas de dar el golpe
nos puedan. No cuesta nada esperar un poco más, mirar bien hasta estar seguro
de que no hay nadie por delante a tiro y no pensar nunca que no vamos a llegar.
Hay mucha ansiedad y se juega mucho contra reloj. El golf tiene su tiempo y
este lo marca el campo, no los jugadores de un partido, cada uno tiene un
tiempo y hay que saber respetarlo. A veces parece que se juega a los “100 mts
golf”, a batir record. Hay muchas opiniones sobre el tiempo que se debe tardar
en jugar, y eso depende de quién juega, aunque también es cierto que alguno se
eterniza.
Un poquito de calma jugando al golf
siempre viene bien, es un juego relajante que con nuestra actitud a veces lo
hacemos bastante estresante.