viernes, 20 de noviembre de 2015

¡VAMOS EQUIPO!

Ya hace tiempo comenté en un artículo titulado “Jugar solo, no gracias”, que aunque el golf es un deporte individual y se puede jugar en solitario, no hay nada mejor que hacerlo con amigos. Si a esto le añadimos el poder jugar formando un equipo con ellos, la cosa cambia mucho y se hace más ilusionante.
Recientemente se han celebrado dos torneos en los que había que hacer “piña”. Uno de ellos con la inestimable participación de un profesional, un PRO-AM, y posteriormente uno de dos días por equipos.
Aunque el juego es menos participativo que en individual, eso es cierto, también es mucho más estratégico y para mi mucho más divertido. Si encima tus compañeros juegan mejor que tú, lo que no es difícil en mi caso, y te sacan las castañas del fuego, la partida no decae y se hace muy cómoda. El orgullo personal hace que uno se esfuerce en aportar su granito de arena, y no del búnker precisamente, y sentirse útil al equipo.
Si a lo estrictamente del juego le añades un poquito de uniformidad, hace que uno se sienta mucho mas unido, le da un toque especial. Parece una tontería pero no lo es.
Tanto es así que en la competición de golf por excelencia, la Ryder Cup, el juego es por equipos, totalmente uniformados, con distintas modalidades de juego; ocho encuentros foursomes, ocho encuentros fourball y doce partidos individuales, y sumando al final los puntos de cada equipo. Creo que sin lugar a dudas es el torneo más entretenido y que más engancha a los aficionados, y seguro que a ellos les hace sentirse equipo de verdad.
De vez en cuando viene bien cambiar el juego personal y disfrutar de esta alternativa, algo que deberíamos hacer más a menudo.
Se deberían propiciar por parte de los clubs más competiciones de esta modalidad, tipo Ryder, con grupos formados por los socios que jugamos más habitualmente. ¿Casi todos pertenecemos a alguno no?. Sin descartar tampoco los torneos interclubs, que en otras zonas son muy habituales.
Es una idea sin más. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

LAS BOLAS NO CRECEN EL CAMPO

En el entorno de los campos de golf, además de poderse topar con algún tipo de animal, dicho sea sin acritud y en el buen sentido, y con todo tipo de árboles, flores, arbustos y maleza, a veces de repente uno se da de bruces con alguna bola de golf. No os asustéis, por si alguno no lo sabe y esto es completamente fehaciente, no forman parte de dicha naturaleza, es algo ajena a ella. Alguien involuntariamente o no las habrá dejado allí.
Si por casualidad alguna vez al ir por el campo buscando una bola perdida nos encontramos con otra que no es nuestra, ¡¡ojooooo!! , no tocarla, dejadla en su lugar, porque aunque mirando a nuestro alrededor no veamos a nadie, es seguro que tiene dueño y que vaya acordándose de su santa madre por haberla perdido.
Digo esto porque uno está algo cansado de “perder”, dicho de manera figurada, bolas en sitios en donde es raro que no aparezcan, con el consiguiente mosqueo claro. Imagino la cara de asombro de quienes las encuentren en esos mismos lugares, y la de alegría posterior.
Sé por propia experiencia que encontrarse una bola es muy gratificante -no sé porque la verdad- y si esta es buena ya ni te cuento  -una ProV por ejemplo, que no sé que tiene es la más valorada aunque tengamos más-. Es ciertamente inexplicable, pero que gusto da, es como encontrar un tesoro perdido. Ahora, también es cierto que da muchísima rabia perderla y si es nueva pufff, infinitamente peor, perder una bola recién estrenada es algo que no se olvida así como así, se tarda unos cuantos hoyos.
A ver, todos estamos expuestos a perder bolas, y más si los “rough” están tan imposibles como se dejan últimamente, pero que nos “guinden” la bola así como así, sin comerlo ni beberlo, eso es algo que no hay derecho, es una atentado a nuestra dignidad golfística, sentirse como un pardillo, se te queda una cara de turista desplumado en la Puerta del Sol.
Así que para otra vez que nos encontremos una, pensemos que las bolas no crecen en el campo, que no están puestas allí para satisfacer nuestra codicia, que será de otro infeliz como nosotros que la ha perdido y que la estará buscando; bueno y si le vemos venir, seamos buenos compañeros -hoy por ti mañana por mí- señalémosle donde se encuentra su bola, y no nos quedemos callados como un muerto esperando que pase de largo y así obtener el ansiado botín.

miércoles, 27 de mayo de 2015

PARTIDO ESTELAR

En todos los torneos profesionales el PARTIDO ESTELAR es aquel que reúne en el último día de competición a los dos mejores jugadores; para entendernos, las estrellas a tenor de sus resultados. Es, como es lógico, el último partido del último día de competición.
En el ámbito amateur, aunque muchos se crean estrellas y haya muchos pseudo-partidos estelares, esto no existe. Estoy seguro que todos tenemos uno en mente. Aunque sea por otros motivos que los de juego, me parece que ese “partido  estelar” pudiera ser aquel en el que nos encontramos a gusto, en buena compañía y que consigue que, aunque juegues rematadamente mal, disfrutes del día. Habitualmente  lo solemos disputar los fines de semana con los amigos; porque en los torneos a veces nos toca jugar con algún…….. , mejor me callo y que cada uno ponga el calificativo que desee y a quien quiera, y en el fondo estamos deseando terminar lo antes posible.
Pero para mí dentro de esos partidos estelares, sé que pueden tildarme de pelota o algo peor por lo que voy a decir, es el que juego con mujeres y muy a mi pesar, pocas veces por cierto. Probablemente, seamos sinceros, en esto hay bastante machismo.
Jugar con ellas es más relajado, nunca se enfadan, no se creen ni las más fuertes ni las mejores; tienen muy claro sus objetivos y aunque se exigen, nunca lo hacen más de lo necesario. Van siempre por la calle, al tran tran, y jamás pierden bolas. Tienen un swing fluido y suave. Un partido con estas actitudes, te transmite tranquilidad y paz. Y que conste que son muy competitivas, pero ciertamente menos que nosotros. Será la naturaleza humana, sospecho.
A propósito de esto, no entiendo porque en muchos torneos se empeñan en hacer diferentes categorías entre mujeres y hombres, con clasificaciones distintas y con premios diferenciados. Que yo sepa al golf se juega por hándicap, con salidas desde diferente sitio –tees de rojas para ellas y amarillas para nosotros- para compensar posibles diferencias físicas, así que esa discriminación –aunque sea positiva pero algo machista- ni la entiendo ni la comparto.
Bueno, desde aquí quiero mandar un beso a mis “estelares” compañeras de juego, mis albatrillas –Begoña, Chus, Pilar, María- y a las que las considero también como tal, Maite y Teresa con las que siempre, siempre es un placer jugar.
Espero seguir jugando muchas más veces en Partidos Estelares con mujeres, si ellas me aceptan por supuesto.  

viernes, 27 de marzo de 2015

EL ANSIADO “HÁNDICAP”, Y?...

Como casi todo el mundo sabe, en el golf la manera de estar “clasificado” es por el hándicap.
Cuando uno empieza a dar clases solo espera que le den cuanto antes el ansiado “hándicap” y… poder a salir al campo a  jugar. Y después cuando ya nos hacen la pregunta típica de ¿tú qué hándicap tienes?, es cuando nos sentimos realmente jugadores de golf de pleno derecho.
Los campos se diseñan para realizarlos en un determinado número de golpes en total, es lo que se denomina el par del campo, que generalmente es 72. A grosso modo y sin contar la dificultad del campo o “slope”, el hándicap se puede definir como el número de golpes de más que deberíamos dar sobre el par del campo. A mayor hándicap mayor número de golpes y vivecersa.
El objeto del hándicap es que sea un fiel reflejo del nivel de juego de los jugadores, para que puedan competir entre sí en igualdad de condiciones jugadores con diferente nivel, equilibrando el resultado con el hándicap de cada uno.
La idea es muy acertada desde luego, pero personalmente creo que el hándicap no es un fiel reflejo del “nivel real” de golf de cada uno. Y me explico. Ese maldito, o bendito según se mire, hándicap, solo se refleja eso, los golpes, un simple número, un resultado sin más, pero no expresa otras cosas tan importantes y elementales en el juego del golf, como son el conocimiento de las reglas, el saber comportarse en el campo, las reglas de etiqueta, etc…  que si dan nuestro nivel real de golf. No debería reflejar solo el número de golpes que hemos hecho en una vuelta, sino algo más general.
Todos hemos jugado alguna vez con alguien de hándicap bajo –la elite del golf amateur-, con un swing más o menos aceptable y bonito, pero cuyas formas en el campo dejaban mucho que desear, sin saber comportarse, sin saber droparse, siendo algo “flexibles” en la aplicación de las reglas por su desconocimiento, o no, y que quizás por ello ese hándicap tan bajo. Esto es inaceptable en mi opinión.
Para mí el golf es algo más que simplemente golpes, aunque es cierto y no voy a negarlo que con ellos se ganen torneos y cañas los fines de semana a los amigos.
Un idea absurda que se me ocurre podría ser la de jugar alguna vez, en ver quien rastrilla mejor los bunkers, ver quien se dropa o alivia mejor, ver quien conoce mejor las reglas y no en ver quien hace menos golpes. Sé que es una solemne tontería, lo reconozco y pido perdón por ello, pero lo dejo como una reflexión.

martes, 20 de enero de 2015

SENTIDO COMÚN

Aunque se suele decir que es el menos común de los sentidos, por fin se ha aplicado el “sentido común” en el asunto del campo de golf de Saldaña.
Viene esto al caso porque recientemente su Señoría ha dictado “medidas cautelares” en el proceso judicial abierto, y con el fin de no perjudicar tanto a jugadores como a empleados, el acceso al campo ha sido despejado y es ya una realidad. Durante varios meses no ha sido posible por ciertas “actuaciones coercitivas” que bloqueaban la entrada.
Sin entrar a valorar el fondo del asunto, Dios me libre, pero como parte sufridora y por tanto con opinión, creo que parece totalmente obvio y evidente lo injusto de ocasionar un perjuicio innecesario a terceras personas ajenas al mismo y que nada tienen que ver en él. Durante bastante tiempo los que hemos ido a jugar, hemos sufrido sin comerlo ni beberlo y de manera arbitraria, las consecuencias de dichas “actuaciones”, teniendo grandes dificultades para el acceso al campo, haciéndolo por caminos vecinales, o en el peor de los casos incluso sin él, al estar bloqueada la entrada por diverso material.
Esperemos que de una vez por todas se reconduzca la enrarecida situación y todo vuelva a la normalidad, se use el sentido común claro, y si hay que resolver asuntos pendientes que sea en otras instancias y no con medidas sibilinas, pero sin ocasionar daños injustos.
Evidentemente es solo mi opinión y por supuesto mi deseo personal, pero imagino que compartido con más jugadores que como yo solo queremos jugar al golf tranquilamente. 

Lo dicho, seamos sensatos aunque sea por una vez, que reine la cordura y en fin que podamos jugar al golf en paz de una vez por todas. Ah y por favor que no paguen justos por pecadores.