jueves, 28 de enero de 2016

TEMPORADA NUEVA, ¿TORNEOS NUEVOS?

Arranca un nuevo año y aunque uno no deja nunca de jugar al golf, también de alguna manera empieza una temporada nueva.

Del mismo modo que es época de hacer firmes propósitos de cambio personal, el golf no va a ser una excepción y también tendremos que hacerlos ¿no? Quién no se ha planteado ya este año: “tengo que bajar hándicap que me estoy emboscando, voy a dar unas clases que falta me hacen para mejorar ese swing, a ver si voy a tirar bolas entre semana y practicar y alguna que otra más”. Bueno lo que se llaman buenos propósitos; ya veremos si se quedan en agua de borrajas.

También en breve empezarán los torneos, allá por el mes de abril más o menos, confiemos en que se produzcan ciertos cambios y que obtengan algo más de tirón, pues últimamente considero que han tenido escaso interés.

La época no es buena para los torneos, eso es cierto y la crisis es la crisis, pero a veces es mejor no organizarlos si no hay motivos ni medios para ello. No son nada atrayentes y a las pruebas de participación me remito, incluso alguno se ha llegado a suspender. Ha habido torneos en que por la cuota de inscripción, a veces no te han dado nada; en algunos el bocata a la mitad, en otros una caja de bolas (por cierto, que están de moda las que llevan solo dos) y en algunos, un exiguo sorteo. No es una mera crítica, porque la irrefutable realidad es que la participación se resiente y es cada vez menor. Sin embargo, es de justicia destacar aquellos que sí han tenido mayor número de jugadores: el Antolín (que ha vuelto a jugarse de nuevo); el memorial Carmen Mínguez (en el que todos hemos querido jugar, por su recuerdo y por el “Tigre”); el tradicional y multitudinario del Guaty (con jamón y rebujito incluido); y la Liga Reale que no me olvido de ella, que han despertado mucho interés. Desconociendo los motivos, es más que significativa la ausencia en el calendario de los circuitos nacionales que tanto interés despertaban… ¡quién no recuerda por ejemplo el Gambito!

Habrá que ponerse a pensar en fórmulas alternativas a los torneos tradicionales. Se pueden organizar ligas de socios, torneos por equipos tipo Ryder, interclubs regionales, incluso con otras modalidades de juego (no solo stableford individual), de varios días de participación… en resumen con algo que nos haga retomar el interés de antaño, porque solo con bolas y bocata me temo que no es suficiente e incluso, en más de una ocasión, resulta desalentador.

Hemos de reconocer que últimamente se van realizando cambios. Ojalá unas nuevas alternativas consigan recuperar la ilusión pérdida en los torneos de un deporte que nos entusiasma y nos une.