lunes, 5 de mayo de 2014

SE ACABÓ LA HIBERNACIÓN Y VOLVEMOS ¡¡¡A JUGAR!!!

Pasada ya la época de hibernación golfística, unos 6 meses más o menos -como la de los osos polares- en este nuestro gélido Burgos, recibimos con gran alegría el mayo “florido y hermoso” donde a partir de ahora poder disfrutar por fin de nuestros campos de golf. Que largo se hace el invierno, ¿verdad? Así como decía Joaquín Prats en aquel famoso programa de televisión, volvemos ¡¡¡a jugarrrrrrrr!!!, porque hasta ahora no lo hemos hecho ya que solo han sido paseos por el campo para oxigenarse un poco.
Es hora de empezar a quitarse prendas de abrigo, las térmicas, forros polares, cortavientos, orejeras, gorros de lana, guantes, trajes de agua, paraguas, etc., y un sinfín de ropa que no nos ha dejado fluir libremente nuestro bonito y natural swing. La verdad es que es así es imposible hacer un giro medianamente redondo. Somos “jugadores cebolla” de tantas capas de ropa que llevamos para subsistir como podemos al clima que tenemos por estos lares.
También hay que reciclarse técnicamente. Es un buen momento, siempre lo es desde luego, para ir a la cancha de prácticas y tirar algún cubito de bolas; es incluso recomendable dar unas cuantas clases, porque con el frio que hemos pasado uno pierde hasta la poca técnica que tiene. Hay que pedir hora en el taller de los Ander, Guaty, Tomás, Dani, Carlos o Miguel Ángel, para una buena puesta a punto y cambio de aceite golfístico. Tenemos que pasar la ITV del juego lo antes y lo mejor posible.
Hay que rebuscar en el trastero y ver donde guardamos la ropa más ligerita y apropiada para estas épocas que nos van a venir de una vez por todas. Esos polos de manga corta, que me decís de las bermuditas eh, las gafas de sol, la cremita para el bronceado, uysss que bien, o sea un cambio total en el fondo de armario.
De todas formas no cantemos victoria por si las moscas, porque el refranero castellano es sabio y tiene toda la razón, y más o menos dice que “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, y lo cierto es que todavía hace un fresquito de mucho cuidado.