De casi todos es sabido que hay
unas hormonas corporales que actúan como analgésico y euforizante mental, que
en su liberación producen una gran sensación de felicidad, son en efecto las señoras
ENDORFINAS.
Hay varias formas de producir esta llamada
“droga de la felicidad” y entre una de ellas se encuentra el jugar al golf, según
estudios realizados. ¿Sorprendido eh? Son varios los motivos que hacen que
jugando sintamos ese efecto de felicidad, aunque a veces es más bien de
frustración dado los resultados obtenidos, siendo esta placentera sensación una
de las razones por las que nos engancha tanto este maldito juego, digo yo.
Otro buen estimulante que produce
endorfinas es la RISA. Y no me digáis que jugando al golf nunca os reis porque
no os creo, yo desde luego lo hago, sobre todo al ver lo malos que somos. Claro,
a menos que seáis unos amargados o que os lo toméis demasiado en serio. Unas
“jarrillas” de salida, un buen “rabazo” en mitad de la calle, sin contar una
bola en el bosque, o en el lago, o un fuera de límites, son a veces motivos de
risa, aunque sea contenida. Venga decid la verdad eh!! sobre todo si hay
cañitas de por medio.
Las RELACIONES HUMANAS es otra de
las razones que hacen que nos sintamos felices en esas horas de golf. Nunca se
juega solo y en esas casi 5 horas compartimos bastantes cosas, vivencias,
charlas, chistes, cotilleos, etc. Bueno y si estas relaciones llegan a mas ni
te cuento, porque hay veces que alguna parejita tarda mucho en encontrar una
bola perdida en el bosque, uy uy uy, jaja.
Todo esto sin contar con el DESAFIO
DEL JUEGO, al poder competir con gente mejor; o el DESAFIO MENTAL, al tener que
superar las muchas trampas y situaciones que ocurren durante el juego, calculo
de distancias, elección de palo, etc que son muy saludables para mover la
materia gris del cerebro, y hacen se liberen hormonas a mogollón.
Bueno resumiendo, que el
golf produce endorfinas para dar y tomar, así que bendito sea este juego
nuestro, el ENDORFIGOLF.
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